En la semana 16 es posible que comiences a sentir los movimientos de tu bebé, al principio de forma poco evidente (hay madres que los describen como “burbujitas”), y cada vez más claramente. El nivel de desarrollo del bebé hace posible que ya realice movimientos oculares aunque tenga los párpados cerrados, así como fruncir el ceño, sonreír… Las orejas ya casi han alcanzado su posición final a los lados de la cara. Las extremidades van creciendo y por primera vez el cuerpo va haciéndose más grande que la cabeza, la cual va cubriéndose de un pelito muy fino. Los brazos y piernas empiezan a responder a estímulos que vengan del exterior, como la luz o la presión sobre el abdomen. Mueve los dedos de las manos y empieza a cogerse los pies, haciendo alarde de esa flexibilidad que sólo los bebés poseen... En esta semana el peso es de unos 120 gramos y mide alrededor de 13cm.
Y comienza la semana diecisiete. La piel del bebé ya no es tan transparente debido a que empieza a formarse tejido adiposo (grasa) y que algún día llegará a crear los “rollitos” de sus piernas y sus cachetes, esos que dan ganas de comerse todo el tiempo. Tu niño o niña tiene una frecuencia respiratoria media de 208 respiraciones por hora. El peso en esta semana está alrededor de los 140 gr. y puede medir hasta 18 cm
Entre la semana 17 y la 18, el útero, que sigue creciendo, puede causarte algunas molestias a los lados de la pelvis, debido a su ensanchamiento. Muchas madres sienten pinchazos y se asustan por el bienestar de su hijo, lo mejor es tomarse las cosas con calma. Hablar con otras mujeres te ayudará a comprender que es algo bastante frecuente. También tus pechos van a ir creciendo. El embarazo ya es evidente y en esta época puedes sentirte llena de energía.
La cabeza constituye un tercio del cuerpo del bebé en la semana dieciocho, y la madre ya puede sentir claramente sus movimientos, cada vez más fuertes y frecuentes. Incluso se puede identificar cuándo el bebé tiene hipo. Es posible que los ruidos fuertes lo asusten, puesto que ya es capaz de oír en esta semana. Si llevas hablándole desde el inicio del embarazo no te avergüences, no podría oír tu voz, pero seguro que sentía tu cariño… Si aún no lo has hecho, ¡¿a qué esperas?! Seguro que el bebé estará encantado de escuchar las voces que serán más importantes durante la mayor parte de su vida. Su peso alcanza ya los 200 gr. y mide 20 cm.
Al llegar la semana diecinueve, el sistema circulatorio del bebé ya funciona por sí mismo, el corazón ya ha latido más de 20 millones de veces. Hemos subido hasta los 22 cm y pesa alrededor de 250 gr.
En la semana veinte, las extremidades alcanzan las proporciones que tendrán al nacer, más o menos. Las cejas y el pelo de la cabeza son visibles. La piel va volviéndose más gruesa, puesto que van formándose capas en su epidermis y ha desarrollado las glándulas sudoríparas, la piel del bebé está recubierta de una grasa blanquecina llamada vermis caseosa, que la protege, y su cuerpo está cubierto de lanugo (esa “pelusilla” tan típica de los recién nacidos). En los niños, los testículos han comenzado a descender.
En esta semana se realiza la segunda ecografía, en la que se van viendo uno por uno todos los órganos del bebé para detectar posibles anomalías. Esta es la ecografía más importante del embarazo para la salud de ambos y en la que, posiblemente, si lo deseas, te podrán decir con seguridad el sexo del bebé. Mucha atención también, porque en esta eco suelen darse muchos diagnósticos erróneos de placenta previa. Así que si no quieres tener que hacer reposo sin sentido, lee este artículo sobre la placenta. En esta semana el bebé pesa unos 350 gr. y mide unos 25 cm.
Tú hijo o hija en la semana veintiuna ya tiene el aparato digestivo lo suficientemente desarrollado como para digerir pequeñas cantidades de azúcar que están presentes en el liquido amniótico, aunque su fuente de alimentación principal no es ésta, sino los nutrientes que, mediante la placenta, le llegan de su madre. Una vez más comprobamos, que la coordinación entre tu cuerpo y tu niño o niña es perfecta. El bebé pesa 370 gr. y mide 26 cm.
Llegamos a la semana veintidós de embarazo. El bebé ha ido creciendo y desarrollándose en estos meses. Toda la estructura de la piel está completa. Siente dolor y ha desarrollado más el sentido del tacto. Las respuestas ante diferentes estímulos que hasta ahora eran reflejas ahora ya son producidas por su cerebro. En investigaciones, se han visto parpadeos de sobresalto ante estímulos inesperados y auditivos. Tu hijo o hija ya tiene pestañas, y gracias al desarrollo de las papilas gustativas, comenzará a distinguir los diferentes sabores. Las niñas ya tienen millones de óvulos en sus ovarios en esta semana que, al igual que el útero, ya se encuentra en su lugar definitivo. El ritmo de la respiración del bebé aumenta bastante tras dar glucosa a la madre. Si el bebé naciese en este momento, intentaría respirar. El peso en esta semana es alrededor de 430 gr y mide unos 28 cm.
Cada día, cada hora, cada minuto se van completando órganos y conexiones. Es la más perfecta obra de ingeniería biológica. En la semana veintitrés se desarrollan los alveolos pulmonares, los cuales se encargarán del intercambio gaseoso, pero aun no producen agente tensioactivo. Esto permite que tu bebé siga respirando a través del cordón umbilical, hasta que llegue el momento de hacerlo en el exterior. La medula ósea comienza a producir células sanguíneas. Pesa unos 500 gr (medio kilo de alegría) y mide alrededor de 29 cm.
En la semana veinticuatro, los pulmones se preparan aún más para el momento del nacimiento. El oído interno ya está desarrollado por completo por lo que el bebé ya tiene desarrollado también el sentido del equilibrio, y ya puede sentir su orientación en el útero, saber si está boca arriba o boca abajo. Todavía quedan muchas semanas para que se dé la vuelta. El bebé ya almacena grasa, es decir, que gran parte de su trabajo durante este tiempo va a ser coger más y más peso. En esta semana, tu niño o niña mide unos 30 cm y pesa unos 600 gr.