Reflexiones de una madre que se enfrenta a su tercer parto
La problemática de la atención al parto en España es una de estas temáticas que no está en la calle. A las españolas no parece preocuparles el estado de la atención al parto, me temo que muchas ni siquiera saben que tenemos un problema en la atención que proporcionan nuestros hospitales, a pesar de que la Estrategia que el Ministerio de Sanidad propone y la práctica extendida en los hospitales, diste mucho de parecerse en algo. A pesar de que las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud a los hospitales les resultan indiferentes; es más, a pesar de que las recomendaciones de la SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) tampoco son seguidas por sus ginecólogos y ginecólogas.
Cualquier mujer que descubre que está embarazada sólo quiere dos cosas: Que su hijo esté bien y no sufrir. Esa es la razón de que la primera acción que realiza una mujer embarazada sea acercarse al centro de salud para comprobar que todo va bien. Por eso tras visitar a la matrona, la mayoría sigue escrupulosamente los pasos que ésta le marca y llegado el momento asiente y acepta los diferentes pasos que el facultativo correspondiente le explica que deben ocurrir para tener en sus brazos a un bebé sano y no se plantea si esa que le están contando (vía, rotura de bolsa, inmovilización, oxitocina, epidural, potro, episiotomía, corte de cordón inmediato, separación del bebé mientras se comprueba que el bebé esta bien etc.) es o no la forma adecuada, avanzada, científica, sana, saludable y segura de parir y nacer. Si el profesional médico le dice que debe ser así y en la calle no se encuentra de forma amplia con otra realidad
¿Por qué habría de plantearse otra cosa?
Y qué pasa con nosotras, con las que detrás de una asociación o al lado o delante, tratamos de que la asistencia al parto se equipare con los estándares de calidad de nuestros vecinos europeos ¿Por qué no somos capaces de llevar el problema a la calle para que la demanda sea tal que la medicina deba entonar el mea culpa y empezar a hacer las cosas de forma científica, sana, saludable y segura tanto para las madres como para los bebés?
Últimamente me planteo si el mensaje que damos es el correcto, si hablamos demasiado de lo negativo y esa es la razón por la que las mujeres en masa no se acerquen a nuestros planteamientos, que son los planteamientos del Ministerio de Sanidad, la OMS y la propia SEGO.
Haciendo un ejercicio de reflexión recuerdo que yo me acerqué a los planteamientos de la asociación, del Ministerio de Sanidad, la OMS y la propia SEGO y me alejé del planteamiento de mi matrona cuando vi la forma maravillosa que tenían de nacer los niños en el documental “de Parto” ofrecido por Documentos TV y donde El Parto es Nuestro tenía un papel protagonista. Quizás mientras tratamos de ayudar a que los que tienen que hacer su trabajo lo hagan bien de una vez por todas, deberíamos hacer mas hincapié en mostrar a la sociedad cómo es la forma sana, científica, saludable de nacer con muchos ejemplos y muchas imágenes de cómo nacen nuestros vecinos europeos y cómo nacen los afortunados niños españoles que tienen la suerte de dar con un profesional bien formado, en lugar de poner de manifiesto los problemas que existen. Me da la sensación de que esto último causa rechazo en una amplia mayoría de mujeres que sólo quiere dos cosas: que su hijo esté bien y no sufrir, y tal vez el mensaje que reciba acercándose no sea agradable, y le causa sufrimiento durante el embarazo…No lo sé.
Y por último, me da la sensación de que lo que no se comprende a pie de calle y en mi opinión aleja a las mujeres de este problema de salud tan grave que soportamos en España en la atención al parto:
Son cosas como: Si la asistencia al parto en España está como nosotras exponemos ¿Por qué el ministerio de sanidad no consigue meter en vereda a los profesionales que actúan a su antojo de forma acientífica y en contra de sus recomendaciones, las de la OMS y las de la SEGO? ¿Por qué cada hospital puede tener un modus operandi tan diferente? ¿De qué modo se justifica que no haya despidos masivos con tasas de episiotomías del 50% o tasas de intervencionismo del 90% (cesáreas, fórceps, ventosas, episiotomías)? ¿Cómo es posible que los “profesionales médicos” tengan tanta libertad para hacer mal las cosas?
Es cierto que se ha conseguido bajar mucho la mortalidad de los bebés, pero los bebés tampoco nacen como deberían nacer en nuestro tiempo, como el Ministerio de Sanidad, la OMS y la propia Sego dicen que es la forma adecuada, avanzada, científica, sana, saludable y segura de parir y nacer, tanto para los niños como para sus madres.