El nuevo discurso y lo que hay detrás
o su verdadero significado…
Por Ángeles Cano
Puede sonar bien y hasta llegar a convencer a algunas, incluso puede parecer realmente un cambio. Pero sólo han integrado nuevo vocabulario, sus prácticas siguen siendo las mismas. Eso sí, ahora colocan el gotero de oxitocina sintética con sonrisa, y hacen la episiotomía “informando” en algún caso (con las tijeras en la mano…) o te reciben en sus consultas durante el embarazo para contarte lo peligroso que es todo y lo bien que haces en confiar tu cuerpo entero a su atención y, como no, a la docencia.
A veces es muy difícil detectar ese nuevo discurso y distinguir de un cambio real de atención al parto, aunque al final los verdaderos protagonistas, los ginesaurios y matronosaurios, suelen salir del armario en algún momento del discurso. Pero no es fácil. Os damos unas pistas para detectar los fallos. Los siguientes términos os tienen que hacer saltar todas las alarmas:
- “le hacemos el mejor parto posible”
- “pedimos la colaboración de la mujer”
- “hacerla partícipe y protagonista de su parto”
- “informarla de diversas prácticas” (¡informarla no es pedir su consentimiento!)
- “dejar que entre el marido”
- “…la mujer podrá hacer …, siempre cuando lo permita la situación”
- “se le permitirá…”
- “aquí nos curamos en salud” (en este caso no se suelen referir a la salud de la madre o el bebé)
- “es que aquí somos muy respetuosos, pero nuestros espacios no lo permiten.” (una de las grandes excusas actuales...)
- Etc.
Os invitamos a ampliar este listado...
¿Que lo que dices es la realidad? Por Dios, dime dónde, para no ir por allí ni de casualidad... Ahora en serio, no es ni 28 de diciembre ni 1 de abril, así que deja las inocentadas, por favor, para la fecha pertinente.
Dudo mucho que eso se vea a diario, porque todo lo que has dicho, se obliga a la mujer a hacerlo, así que todo lo que dices es lo que te enseñan en la facultad, con pprofesores bien formados por la industria farmaceútica.
Nada es perfecto, pero desde luego hay cosas lógicas que la industria hospitalaria nos niega para su puro beneficio económico y comodidad del personal.