Maniobra de Kristeller
Comentario médico-legal sobre la maniobra de Kristeller
Pilar de la Cueva (ginecóloga) y Francisca Fernández (abogada)
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, en sus recomendaciones de 2007, afirma que la maniobra de Kristeller está contraindicada para facilitar el descenso del feto. Esta maniobra puede causar a la madre traumatismos que van desde hematomas y dolor en las inserciones musculares y fractura de costillas hasta rotura del útero e inversión uterina, que pueden provocar a su vez hemorragias graves y, en casos extremos, conducir a la extirpación del útero. En cuanto al bebé, también puede producirle traumatismos y lesiones como las del plexo braquial, que provocan la parálisis de Erb.
Normalmente, la maniobra de Kristeller se realiza para acabar antes con el parto, pero no por razones de verdadera emergencia. Si éste fuera el caso, estarían indicadas otro tipo de intervenciones. En lugar de realizar esta maniobra, los asistentes deberían respetar los tiempos de la mujer, animarla a adoptar posturas que favorezcan el descenso del feto (verticales), permitirle beber para que reponga líquidos y evitarle situaciones o intervenciones que pudieran estar aumentando su cansancio, procurándole confort físico y psicológico.
Cualquier intervención médica requiere el consentimiento previo del paciente. Para recabar este consentimiento los profesionales sanitarios están obligados a informar a las usuarias, como mínimo, de las indicaciones, efectos adversos y alternativas existentes, para que puedas elegir. El consentimiento informado es una figura médico legal con un profundo fundamento ético, que es el derecho de toda persona a decidir sobre la propia salud y el propio cuerpo. La Ley 41/2002, de 14 de noviembre, Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en Materia de Información y Documentación Clínica garantiza el derecho todo paciente o usuario a negarse a una intervención o tratamiento médico. Además, ello «no dará lugar al alta forzosa cuando existan tratamientos alternativos».
La maniobra de Kristeller no sólo es indeseable en sí misma, sino que existen multitud de alternativas mucho más eficaces y, lo más importante, exentas de riesgo.
Hola "mamá":
No es culpa de su hija ni de la epidural. Con o sin ella, si hay problemas de descenso del feto hay medidas menos peligrosas y lesivas. La Kristeller está proscrita por la evidencia científica, es mala práctica, directamente.
Yo también prefiero el parto natural, en mi opinión es lo más seguro, pero eso no quiere decir de ninguna manera que las mujeres que recurren a la epidural deban sufrir lesiones por ello, las lesiones son por prisas, por no saber atender correctamente los partos... ¿Acaso le advirtieron a su hija de que la epidural tenía riesgos? ¿Le dieron alternativas? Claro que no, quizá le nombraron de pasada lo de los dolores de cabeza, poco más. Pero insisito: como decía la Dra. de La Cueva, con o sin epidural, la Kristeller no es una solución.
Lo siento. Un abrazo,
Francisca Fernández
www.franciscafernandezguillen.com